'Realizar revisiones anuales en todas las personas mayores de 40 años que tienen algún caso de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) en la familia, puesto que la enfermedad tiene un componente hereditario importante, y cada cinco años a partir de esa edad en aquellas personas sanas que no tienen factor hereditario como riesgo es fundamental para diagnosticar de forma precoz la DMAE y comenzar cuanto antes su tratamiento', explica el profesor Miguel Ángel Zato Gómez de Liaño, director del Instituto de Ciencias Visuales (INCIVI) de Madrid. No obstante, según los resultados del Estudio Sociosanitario sobre Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) y Miopía Patológica (MP) en España, realizado recientemente, el 90 por ciento de los retinólogos afirma que el estado de los pacientes que llegan a su consulta con DMAE es malo o muy malo.
En la actualidad, los tratamientos para esta enfermedad están dirigidos a detener su evolución y evitar una mayor pérdida de la visión. En este sentido, el doctor Brian B. Berger, profesor de Oftalmología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, destaca que 'la Terapia Fotodinámica representa el mayor avance en el tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a la Edad húmeda y su utilización está abriendo vías de investigación de nuevos tratamientos'.
'En la actualidad -explica el profesor Berger- se está estudiando la eficacia de este tratamiento en formas específicas o especiales de DMAE húmeda. Así, se está llevando a cabo un estudio para evaluarla en el tratamiento de la DMAE con membranas ocultas, que no se manifiestan de forma clara y tampoco presentan una forma definida. En el plazo de un año, sabremos si la Terapia Fotodinámica es eficaz para este subgrupo grande de pacientes'.
Los últimos avances en la aplicación de este tratamiento ha sido uno de los principales temas que se abordaron en el Forum de Expertos 'Avances Terapéuticos en la Degeneración Macular Asociada a la Edad', una reunión que, organizado por la Fundación INCIVI y Novartis Ophthalmics, ha tendio lugar en el Instituto de Ciencias Visuales (INCIVI) de Madrid.
El profesor Zato Gómez de Liaño destaca que 'este tratamiento debe utilizarse en pacientes con DMAE húmeda y miopía patológica teniendo en cuenta que cuanto más pequeña es la lesión ocasionada por la enfermedad, mejor es el resultado de la terapia. Por este motivo, es muy importante la instauración del diagnóstico precoz de la enfermedad, ya que, además, es una patología con una rápida evolución y que muchos pacientes no perciben hasta que ésta se presenta en los dos ojos, cuando ya está muy avanzada y es más difícil de tratar'.
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es la primera causa de ceguera legal en los países occidentales entre la población mayor de 50 años y la padecen más de 25 millones de personas en todo el mundo, añadiéndose cada año alrededor de 500.000 nuevos casos. En España, se estima que afecta a más de 750.000 personas y que más de 3.000.000 están en riesgo de llegar a padecerla en los próximos años.
Existen dos tipos de DMAE, la seca o atrófica, más frecuente aunque menos grave, y la forma húmeda o neovascular, mucho más agresiva y con una evolución muy rápida hacia la ceguera. 'Mientras que en la forma seca', explica el profesor Zato Gómez de Liaño, 'la mácula (la zona central de la retina) se va atrofiando lenta y progresivamente produciéndose una paulatina pérdida de visión, en la forma húmeda aparece el proceso de formación de neovasos (neovascularización). Estos vasos anormales que se forman, pueden producir una lesión cicatricial en la mácula, lo que se traduce en una pérdida irreversible en la visión central'.
Las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugieren que en las próximas décadas esta enfermedad triplicará su prevalencia como consecuencia del incremento de la longevidad de las sociedades industrializadas. Además, y por el grado de incapacidad que genera, se apunta a que la DMAE será uno de los problemas sociosanitarios más importantes del siglo XXI.