Gestores sanitarios, profesionales y pacientes han participado este martes en la jornada ‘
Toma de decisiones compartida’, organizada por GuiaSalud.es, en el Ministerio de Sanidad, en Madrid. Durante la jornada, los expertos han explicado la metodología de elaboración y evaluación de las herramientas de ayuda a la toma de decisiones compartida (HATDC), así como su uso en los distintos entornos sanitarios.
Una de las mesas se ha centrado en cómo aplicar la toma de decisiones compartida. Los expertos han mostrado las dificultades encontradas y cómo se han superado, en un coloquio moderado por
Elvira Muslera Canclini, del Consejo Ejecutivo de GuíaSalud. También es coordinadora de la Oficina de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Asimismo, forma parte de la Dirección de Atención y Evaluación Sanitaria del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
La toma de decisiones compartida
Ana Martí Delgado, coordinadora d’Atenció i Participació Ciutadana del Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona, ha analizado la implementación de un modelo de toma de decisiones compartida en su centro hospitalario. Como ha dicho, “se deben fomentar las herramientas de toma de decisiones compartida, y validarlas en todas las plataformas posibles, como la web, etc.”.
“Hemos de hacer las cosas diferentes; en concreto, nosotros dividimos la consulta en dos visitas. En la primera, damos la información al paciente, y en la otra intentamos tomar decisiones de forma consensuada”, ha dicho.
Como ha reconocido, todavía “no se ha demostrado” el beneficio de esta iniciativa en el conjunto del sistema sanitario. “Pero creemos que la asistencia va a ser mejor. El reto es demostrar cuál es el beneficio real en el sistema”.
Perspectiva del paciente
A continuación,
Mónica Suárez Felgueroso ha expuesto su experiencia como madre de un joven de 16 años con una enfermedad poco frecuente. Parte de su exposición ha estado dedicada a las necesidades actuales de los pacientes y sus cuidadores en el campo de la toma de decisiones compartidas, pero también ha planteado de qué manera los pacientes pueden ayudar al sistema.
Respecto a las dificultades de los pacientes, ha comenzado por señalar “la falta de tiempo para el paciente en las consultas”. “No podemos hacer un buen intercambio de información, y el clínico tampoco puede informarnos de las opciones terapéuticas que tenemos. ¿Cómo vamos a tomar una decisión consensuada?”, se ha preguntado
Mónica Suárez ha recalcado que el momento adecuado para tomar decisiones no puede ser justo después de recibir un diagnóstico grave. “Estamos observando un cambio generacional en los médicos jóvenes, pero sigue habiendo cierto paternalismo del médico hacia el paciente. También hay reticencia ante la toma de decisiones compartida, así como cierto desconocimiento de las herramientas y las posibilidades del paciente de aportar su opinión”.
“Los pacientes, por nuestra parte, también tenemos dificultad para conocer los conceptos y comprender las alternativas. Tenemos muchos obstáculos, a pesar de la elaboración de guías y manuales”, ha reconocido Mónica Suárez.
Más tiempo para procesar la información
“Necesitamos más tiempo para intercambiar y procesar la información. Queremos analizar las opciones en casa, y también poder deliberarlas con el médico. Primero, debemos procesar la información para después tomar decisiones. ¿Qué necesitamos? Cambio en los protocolos y aumentar la credibilidad de las guías de práctica clínica nacionales”, ha comentado.
También ha reclamado “una evolución en la relación médico-paciente. Que el médico confíe en el paciente, y que el paciente esté suficientemente preparado para afrontar la toma de decisiones compartida. Por su parte, el
profesional debe estar preparado y debidamente informado”.
La información debe ser “clara, entendible y accesible”, mientras que las herramientas deben ser “usables y viables, con diferentes formatos y opciones, gráficos sencillos, etc.”.
“Las asociaciones de pacientes cada vez están más preparadas, y los socios conocen mejor su enfermedad. Debemos tener una actitud proactiva, y preparar bien la consulta. Desde las asociaciones de pacientes debemos inculcar la necesidad de tomar las decisiones de forma compartida, y ofrecer nuestra colaboración para elaborar herramientas de ayuda”, ha apuntado Mónica Suárez.
El estetoscopio escucha dos voces
Posteriormente,
Beatriz González de León, médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, ha ofrecido su ponencia titulada ‘Cuando el estetoscopio escucha dos voces: la realidad de la toma de decisiones compartida en la consulta’.
Beatriz González de León ha dividido su intervención en tres fases: la exploratoria (conocer el contexto y la perspectiva del paciente), la significación (búsqueda de un espacio común) y la intervención. En esta tercera fase, ha considerado necesario proporcionar información técnica “de una forma no sesgada, clara y simple”. “Es necesario ayudar a sopesar los riesgos y los beneficios de cada decisión. Asimismo, se deben compartir las recomendaciones, teniendo en cuenta las preferencias del paciente”.
Factores profesionales
Respecto a los factores profesionales, Beatriz González de León ha reclamado una actitud más reflexiva por parte del personal sanitario. En este sentido, ha apostado por un “estilo comunicativo y un modelo del proceso de toma de decisiones sin prejuicios, como la edad, la raza o el nivel socioeconómico”.
También ha criticado “la falta de aplicación de atención centrada en la persona”. “Resulta fundamental conocer al paciente, de forma sistemática, antes de la toma de decisiones”. Además, las experiencias clínicas se deben compartir con compañeros que ayuden a orientar el caso hacia la persona.
Metodología
Otra mesa ha abordado la metodología que hay detrás de la elaboración de herramientas para la toma de decisiones compartida. Así, han analizado el manual metodológico de GuíaSalud, en el que se expone cómo aplicar las recomendaciones de la guía de práctica clínica en la toma de decisiones compartida; el reto que supone comunicar el riesgo y, además, cómo desarrollar y evaluar las herramientas existentes.
Fundación Antonio López de Chile
La ponencia de clausura ha estado a cargo de
Paulina Bravo Valenzuela, representante de la Fundación Arturo López Pérez, de Chile, quien ha expuesto su experiencia en la adaptación cultural de las distintas herramientas. También ha explicado cómo adaptarlas al contexto social español.
Ha cerrado la jornada
Nuria Prieto Santos, subdirectora adjunta de Calidad Asistencial de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad, acompañada por
Elena Gonzalvo Súñer, directora gerente del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.
En su intervención, Nuria Prieto ha enumerado sus conclusiones de la jornada. “Al margen de esta realidad, las herramientas de toma de decisiones compartida, queramos o no, debemos estudiarlas, conocerlas y perfeccionarlas. Nosotros, desde luego, vamos a profundizar más para avanzar en el proceso de la toma de decisiones compartida”, ha concluido.