El uso de semaglutida para controlar el peso no incrementa los riesgos psiquiátricos, según investigadores de la Universidad de Pensilvania.
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania han revelado que el uso de
semaglutida no incrementa el riesgo de
síntomas depresivos, pensamientos suicidas o comportamiento suicida en personas sin trastornos mentales graves previos. El estudio, publicado en
JAMA Internal Medicine, aporta evidencia relevante sobre la seguridad psiquiátrica de este medicamento ampliamente utilizado para el tratamiento de la
diabetes tipo 2 y la
obesidad.
La importancia de monitorear la seguridad psiquiátrica en los tratamientos con semaglutida
El estudio responde a preocupaciones recientes surgidas a raíz de los informes de vigilancia de la
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que están monitoreando activamente posibles efectos adversos psiquiátricos asociados con la semaglutida y otros medicamentos de su clase. La aparición de informes sobre
depresión y
pensamientos suicidas en pacientes que utilizan estos medicamentos había generado alerta sobre su seguridad en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2.
Análisis de los ensayos clínicos STEP: semaglutida y seguridad psiquiátrica
El equipo, dirigido por el Dr.
Thomas Wadden, profesor de Psicología en Psiquiatría en la Facultad de Medicina Perelman, analizó datos de más de 3500 participantes en cuatro ensayos clínicos clave, conocidos como
STEP 1, 2, 3 y 5, que evaluaron el efecto de la semaglutida en el tratamiento de la obesidad. Estos ensayos fueron fundamentales para la aprobación por la FDA del uso de semaglutida en dosis de 2,4 mg para la reducción de peso.
'Los ensayos STEP aportan pruebas sólidas de que la
semaglutida no solo reduce el peso corporal, sino que también mejora múltiples complicaciones de salud relacionadas con la obesidad', asegura Wadden. Según los investigadores, los análisis demostraron que, en personas sin antecedentes de problemas de salud mental graves, el uso de semaglutida no está asociado con un incremento en el riesgo de
depresión o
conducta suicida.
Evaluación de los síntomas depresivos y conductas suicidas en los participantes
Los investigadores utilizaron el
Cuestionario de salud del paciente-9 (PHQ-9) para evaluar los síntomas depresivos, así como la
Escala de calificación de gravedad del suicidio de Columbia para medir los pensamientos y comportamientos suicidas. Durante los ensayos clínicos, que tuvieron una duración de entre 68 y 104 semanas, los participantes tratados con
semaglutida no mostraron un riesgo aumentado de desarrollar síntomas depresivos moderados ni pensamientos suicidas en comparación con los que recibieron placebo.
Resultados comparativos: semaglutida versus placebo
Al revisar los cuatro ensayos clínicos, los investigadores encontraron que menos del 1% de los participantes reportaron ideación o comportamiento suicida durante el tratamiento, y no se observaron diferencias significativas entre los grupos de tratamiento con semaglutida y placebo. Además, un 2,8% de los participantes tratados con semaglutida informaron niveles de
depresión que requerían evaluación por un profesional de salud mental, en comparación con el 4,1% de aquellos que recibieron placebo. Estas cifras son consistentes con las tasas de
depresión en la población general, lo que sugiere que el medicamento no aumenta el riesgo de desarrollar este tipo de problemas de salud mental.
Consistencia con los datos más recientes de la FDA
El Dr.
Gregory Brown, coautor del estudio y director del Centro Penn para la Prevención del Suicidio, afirmó que los resultados del análisis son consistentes con los datos de vigilancia de la
FDA, que no ha encontrado evidencia concluyente de que la
semaglutida o medicamentos similares provoquen pensamientos o acciones suicidas. Este respaldo por parte de una de las principales agencias reguladoras refuerza la confianza en la
seguridad psiquiátrica de este tratamiento para personas con
obesidad.
Consideraciones para futuras investigaciones sobre semaglutida
A pesar de los resultados positivos, el Dr.
Wadden advirtió que se necesitan más estudios para evaluar la seguridad psiquiátrica de la semaglutida en personas con
trastornos mentales graves, como
depresión mayor,
esquizofrenia o antecedentes de intentos de suicidio, ya que estos pacientes no fueron incluidos en los ensayos STEP. Por lo tanto, aunque los hallazgos actuales son alentadores para una población general sin problemas psiquiátricos importantes, la investigación futura deberá centrarse en personas con
enfermedades mentales preexistentes para garantizar la seguridad de su uso en estos casos.
Conclusiones: un tratamiento seguro para la obesidad sin riesgos psiquiátricos aumentados
Este estudio refuerza la evidencia de que la
semaglutida es segura y efectiva en el tratamiento de la
obesidad, sin incrementar el riesgo de
depresión o
conductas suicidas en personas sin antecedentes de trastornos mentales graves. A medida que se siga investigando sobre este medicamento, los investigadores esperan que se pueda garantizar su seguridad en grupos más amplios de pacientes, incluidos aquellos con
problemas psiquiátricos preexistentes.