responsables del estudio consideran que debe sopesarse la realización de este tipo de trasplantes debido a los malos resultados obtenidos con la morbimortalidad de estos pacie
24 de agosto 2011. 3:40 pm
E.P.- Los pacientes diabéticos que recibieron un transplante de páncreas parecieron registrar peores índices de supervivencia que los pacientes que se encontraban en la lista de espera para transplantes y que recibieron terapia convencional, según un estudio desarrollado por investigadores de National Institute of Diabetes…
E.P.- Los pacientes diabéticos que recibieron un transplante de páncreas parecieron registrar peores índices de supervivencia que los pacientes que se encontraban en la lista de espera para transplantes y que recibieron terapia convencional, según un estudio desarrollado por investigadores de National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (EE.UU.), publicado en la última edición de Journal of the American Medical Association (JAMA. 2003;290:2817-2823.).
El transplante de páncreas es actualmente una opción terapéutica para pacientes con diabetes mellitus complicada por insuficiencia renal o por episodios graves de hipoglucemia o de cetoacidosis.
Se trata de un tipo de transplante que no siempre se recomienda debido a que entraña altos riesgos de complicaciones, de reacciones de toxicidad por inmunosupresión y de muerte. Los autores del presente trabajo compararon a un grupo de pacientes receptores de transplante de páncreas con diabetes y problemas renales, con otro grupo de pacientes que no se había sometido a transplante si bien estaba en lista de espera, en condiciones similares a los transplantados.
En total participaron 11.572 personas. Los investigadores observaron que, tras un periodo de más de cuatro años de seguimiento, los pacientes sometidos al transplante registraban un aumento del 57 por ciento en el riesgo de muerte en comparación con los pacientes que estaban en la lista de espera.
'Nuestros datos indican que los pacientes con diabetes complicada por insuficiencia renal o por episodios graves de hipoglucemia o de cetoacidosis deben sopesar el beneficio potencial de la independencia de la insulina contra el aparente aumento de la mortalidad durante al menos los cuatro primeros años de postransplante', comentan los autores del estudio.