Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha descrito un nuevo mecanismo involucrado en la aterosclerosis prematura
9 de septiembre 2024. 12:25 pm
La formación de placas ateroscleróticas progresa de forma silenciosa a lo largo de la vida y suele manifestarse clínicamente a partir de mediana edad. Sin embargo, hay algunas enfermedades que cursan con aterosclerosis acelerada y que, a su vez, provocan la muerte prematura. Uno de…
La formación de placas ateroscleróticas progresa de forma silenciosa a lo largo de la vida y suele manifestarse clínicamente a partir de mediana edad. Sin embargo, hay algunas enfermedades que cursan con aterosclerosis acelerada y que, a su vez, provocan la muerte prematura. Uno de los ejemplos más llamativos es el
síndrome de Hutchinson-Gilford, también conocido como progeria, una enfermedad genética muy rara que se manifiesta como envejecimiento durante la infancia y adolescencia. De hecho, la muerte precoz suele producirse a una edad promedio de 14,5 años, debido principalmente a infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o ictus cerebral.
En este contexto, un equipo del
Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha descrito un
nuevo mecanismo involucrado en la aterosclerosis asociada a la progeria. Los resultados se publican en la revista
'Circulation' y proponen además una nueva diana terapéutica para esta enfermedad.
Artereoesclerosis asociada a la progeria
Este nuevo estudio ha permitido investigar cómo las alteraciones en las células de músculo liso vascular afectan a células endoteliales, un tipo celular que separa la pared arterial de la sangre. Rosa Nevado, co-primera autora del estudio, señala que “en progeria, la pérdida de las células de músculo liso induce en las células endoteliales una serie de alteraciones patológicas”. Además, “estos cambios incluyen el
reclutamiento de las células inmunes y mayor permeabilidad al LDL (llamado ‘colesterol malo’), procesos que pueden acelerar la formación de placas ateroscleróticas”, añaden los investigadores.
Sin embargo, la característica más llamativa de las células endoteliales en progeria es la hiperactivación de un proceso de modulación fenotípica denominado EndMT. Este consiste en la pérdida de los rasgos típicos de las células endoteliales y adquisición de propiedades de células de tipo mesenquimal que aceleran el desarrollo de la aterosclerosis.
Los autores de este trabajo también han profundizado en los
mecanismos moleculares que subyacen al proceso de EndMT en progeria. Nevado indica que “la vía de señalización de TFGβ1-SMAD3 se encuentra hiperactivada en arterias de ratones con progeria y la inhibición de dicho proceso con el fármaco SIS3 alivia síntomas de la enfermedad vascular”. De esta forma, este estudio describe nuevos mecanismos celulares y moleculares involucrados en aterosclerosis asociada a la progeria y propone una nueva diana terapéutica para esta enfermedad.