El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, la máxima instancia jurídica de la Unión Europea, dictaminó ayer que la venta de medicamentos que no necesitan receta por correspondencia o Internet es legal. Los jueces de Luxemburgo condenaron la prohibición impuesta por las autoridades alemanas…
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, la máxima instancia jurídica de la Unión Europea, dictaminó ayer que la venta de medicamentos que no necesitan receta por correspondencia o Internet es legal. Los jueces de Luxemburgo condenaron la prohibición impuesta por las autoridades alemanas a este tipo de ventas, basándose en que tales restricciones infringen la libertad de circulación de bienes en el Mercado Único, informa el diario ABC.
El Tribunal tan sólo aceptó que «una prohibición de este tipo es conforme con el Derecho comunitario si se trata de medicamentos no autorizados en un Estado miembro». La sentencia sienta jurisprudencia en los 15 Estados miembros de la UE. Por lo demás, si un medicamento ha sido autorizado para su comercialización en un país y no es necesaria una receta para adquirirlo, el Tribunal considera que cualquier prohibición de venta, sea cual sea el medio, es «contraria a Derecho».
En el caso alemán, fue una asociación que defiende los intereses de unos 19.000 farmacéuticos la que se enfrentó a lo que consideraba una competencia desleal por parte de una empresa holandesa, «0800 DocMorris NV», que empezó en junio de 2000 a ofrecer medicamentos sin receta destinados al mercado alemán a través de Internet y enviándolos por correo. El contenido de su web fue incluso redactado en alemán para facilitar las ventas.
Consejos médicos en línea
El servicio de la «farmacia en Internet» era tan completo que no sólo proporcionaba información detallada sobre el medicamento, sus indicaciones, la posología, las incompatibilidades y efectos secundarios, sino que ofrecía incluso consejos médicos en línea, por carta o a través de un número de teléfono gratuito con el apoyo de un «comité de expertos». En cualquier caso, sólo se tramitaban pedidos de medicamentos sin receta en el país de origen del consumidor.
Ante esta competencia, los farmacéuticos alemanes echaron mano de la ley alemana que regula la distribución y venta de medicamentos, interpretando que esas ventas transfronterizas quedan excluidas y que tal restricción del mercado no infringía la libre circulación de bienes en la UE, sino que era una excepción. Fuentes del Tribunal indicaron que los medicamentos deben obtener, para poder ser comercializados en un Estado miembro, «una autorización expedida por la autoridad competente de dicho Estado o con arreglo al régimen comunitario».
Al vender sólo medicamentos autorizados, este argumento no podía ser invocado por los farmacéuticos alemanes despechados. Para concluir el caso, los jueces de Luxemburgo dictaminaron que «la prohibición nacional de venta por correspondencia de medicamentos que han obtenido una autorización de comercialización en el mercado alemán constituye una restricción a la libre circulación de mercancías», con lo que dio la razón al dinámico farmacéutico holandés.
Las únicas restricciones que tolera la normativa europea para la importación de fármacos es cuando se justifica su necesidad para proteger la salud y la vida de las personas. Esta salvaguardia abarcaría todos los medicamentos que necesitan receta médica para ser adquiridos, que quedarían excluidos de la venta por Internet. Pero «cuando se trata de medicamentos que no están sujetos a prescripción médica, la prohibición no está justificada» y «no puede excluirse la posibilidad de prever información y consejos», apuntaron las fuentes referidas, según las cuales «la compra por Internet podría incluso presentar ventajas, como el hecho de que puedan formularse tranquilamente desde casa las preguntas que se quieran plantear a los farmacéuticos». El Tribunal admitió támbién la publicidad destinada a la venta por correspondencia de fármacos, salvo cuando afecta a medicamentos sin autorizar o que precisan receta.
La inmensa mayoría de los países de la Unión Europea (UE) coincide en prohibir la venta de fármacos a través de Internet y en reconocer a las farmacias como únicos establecimientos autorizados para expender medicamentos. Las únicas excepciones las constituyen el Reino Unido y los Países Bajos, que permiten la comercialización de ciertos productos médicos fuera de los circuitos habituales. Todos los estados miembros, además, están de acuerdo en establecer la obligatoriedad de acudir al médico cuando los medicamentos requieran receta. A pesar de ello, el comercio incontrolado de medicamentos a través de la red sigue aumentando, sin que exista una normativa internacional que lo regule.
España, a la expectativa
Tanto el Ministerio de Sanidad como el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos pidieron tiempo para estudiar la sentencia y valorar cómo puede afectar a la legislación española. La Ley del Medicamento prohíbe cualquier venta de fármacos, necesiten receta o no, fuera de las oficinas de farmacia, hospitales o centros de salud.