Las intervenciones médicas conocidas como xenotrasplantes y consistentes en el implante en humanos de órganos procedentes de animales están en franco retroceso. El "golpe de gracia" puede dárselo la apuesta de las autoridades por los ensayos con células madre y la reciente tabla de recomendaciones del Consejo de Europa que han asumido los ministros de Salud de la UE, a raíz de las crisis desatadas por las "vacas locas" y la neumonía asiática. En ellas, las operaciones de este tipo se someten a unas condiciones tales de control, que su práctica se hace poco menos que imposible, informa el diario LA RAZÓN en su edición del lunes, 28 de julio.
El Consejo de Ministros de Salud de la Unión Europea ha adoptado las recomendaciones formuladas por el Consejo de Europa para extremar las precauciones en materia de xenotrasplantes. Las directrices tendrán por objeto endurecer al máximo en los países miembros el control sobre este tipo de intervenciones, consideradas a principios de los 90 como el remedio definitivo de futuro a la escasez de órganos. En la práctica, su aplicación bloqueará la aplicación de estas terapias. Así lo apuntó a este periódico Rafael Matesanz, presidente de la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa y antiguo responsable español en esta materia.
El xenotrasplante es el implante de órganos o tejidos de una especie a la otra, en particular de animales a personas, con la finalidad de remediar la escasez crónica de órganos humanos en los bancos de donantes. En los últimos años, este tipo de cirugía se ha visto cuestionada por el riesgo asociado de transmisión a los pacientes de patógenos de origen animal. La polémica se ha acrecentado tras las últimas crisis de Salud Pública motivadas por las "vacas locas" y la epidemia de neumonía atípica desatada en Asia.
Las recomendaciones de la UE imponen rigurosos controles a los médicos que pretendan realizar esas operaciones. Para obtener el visado, deberán aportar pruebas suficientes de que no existe riesgo de infección para la población, y de que el beneficio terapéutico del xenotrasplante ha sido demostrado.
Matesanz explicó que su aplicación clínica sólo podrá producirse cuando no exista una terapia alternativa más efectiva para el paciente, y bajo una vigilancia estricta por parte de un órgano nacional, alertando incluso a la pareja del enfermo del riesgo que podría acarrearle mantener relaciones sexuales con él.
Asimismo, los Estados deberán contar con un plan de emergencia de cara a posibles infecciones derivadas del xenotrasplante, incluyendo medidas de aislamiento. El texto acordado prescribe el uso únicamente de animales criados con el fin de destinarlos a xenotrasplantes. Quedan excluidos de ese uso los primates no humanos. Para ello se tendrá que establecer un sistema de calidad que garantice la producción de tales animales, desde su concepción hasta la recogida final de los tejidos u órganos para trasplante. Asimismo, se estipula que esta cirugía sólo estará indicada cuando no existe otro método terapéutico de eficacia comparable. Los cirujanos tendrán que argumentar previamente las razones para pensar que las reacciones de rechazo podrán ser manejadas.
Fracasos estrepitosos
La historia de los xenotrasplantes abunda en fracasos estrepitosos, obligando poco a poco a compañías farmacéuticas y biotecnológicas a abandonar áreas de investigación a las que a principios de los años 90 habían dedicado miles de millones de dólares.
Los expertos en enfermedades infecciosas recuerdan aún la muerte en Pittsburg (EE UU) de dos personas en 1993 tras recibir hígados de babuínos. El primero falleció una semana después de que se procediese al implante. El segundo aguantó apenas catore días. A lo largo de la década de los noventa, se emplearon otro tipo de órganos, con resultados similares.
En España no se han practicado implantes de órganos enteros procedentes de animales a ningún paciente, pero sí se han efectuado, al igual que ha sucedido en otros países, los denominados trasplantes "puente", consistentes en el uso de células hepáticas procedentes de cerdos en algunos enfermos de hígado mientras éstos se encontraban en lista de espera para recibir un órgano de un donante humano. También se han practicado trasplantes de células de ratón a quemados para regenerar su piel, según explicó a este periódico el presidente de la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa.
Las dificultades han hecho mella en los investigadores. El año pasado, PPL Therapeutics, la compañía creadora de la oveja Dolly, puso en venta su departamento especializado en producir cerdos clónicos para xenotrasplantes. No se presenta más favorable el frente de la opinión pública europea. Después de la crisis de las "vacas locas", el temor a las infecciones de origen animal se ha disparado. Lo confirma el último eurobarómetro: los xenotrasplantes son percibidos por la mayoría de los europeos como moderamente peligrosos, con apenas un 29 por ciento a favor de ellos.