Un 34,3% de los pacientes con cáncer de pulmón ha experimentado sentimientos de culpabilidad

No todos los tumores son iguales. Se diferencian según su causa genética o ambiental, según su gravedad, su heterogeneidad y  también según su impacto psicológico y social. Es obvio que el diagnóstico de un cáncer siempre supone un antes y un después en la vida del paciente, pero en el caso del cáncer de pulmón, además supone un estigma añadido que no siempre se tiene en cuenta. Es por ello que la Fundación MÁS QUE IDEAS y la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, han presentado el informe 'La esfera emocional y social del cáncer de pulmón'. Al respecto del mismo, Teresa Terrén, presidenta de la Fundación MÁS QUE IDEAS, ha manifestado que “contar con estudios de investigación social de este tipo es importante ya que nos dan a oportunidad de adentrarnos en las percepciones, experiencias y valoraciones de las personas afectadas por un cáncer de pulmón, muy valiosas para conocer cómo ofrecer un apoyo idóneo y cómo mejorar la atención sociosanitaria”. Por su parte,  el presidente de la AEACaP, Bernard Gaspar, valoraba que el informe “también será útil para instar a las instituciones y administraciones públicas a trabajar para mejorar determinados ámbitos del proceso asistencial que adolecen de falta de recursos”. Datos concretos En cuanto a las principales conclusiones del estudio, destacan datos como que la mitad de las personas con cáncer de pulmón (48,5 por ciento) afirma tener dificultades para hacer actividades cotidianas como ejercicio físico, tareas del hogar o viajar. A nivel de social y de pareja, 6 de cada 10 personas (con o sin pareja) han tenido dificultades de índole sexual, y de estas, un 88,5 por ciento  no han acudido a profesionales de la salud. Respecto a otros impactos sociales, el 45,9 por ciento de pacientes afirma que el cáncer de pulmón ha tenido un impacto negativo o muy negativo a nivel financiero. Aunque sin duda, el dato más llamativo es que un 34,3 por ciento ha experimentado sentimientos de culpabilidad, un 21,6 por ciento se ha sentido juzgado/a y un 19,4 por ciento ha sentido vergüenza por tener la enfermedad. Pese a ello, los datos recopilados por el informe muestran un deficiente acceso a recursos de apoyo profesional especializados en salud mental para hacer frente a las reacciones emocionales que dificultan el autocontrol y la gestión psicológica. Además, se evidencian deficiencias en el acceso a dos perfiles profesionales específicos (fisioterapia y trabajo social) y a las unidades de cuidados paliativos, cuya labor está centrada en prevenir y paliar muchas de las dificultades que afectan a la autonomía de las personas con cáncer de pulmón.