La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (
POP) presenta el proyecto CROBI (acrónimo de Cronicidad y Bienestar), la primera escala validada para medir el impacto biopsicosocial de la enfermedad crónica.
Cabe recordar que, como consecuencia del impacto emocional, las personas con un diagnóstico de enfermedad crónica tienen mayor riesgo de padecer un trastorno de salud mental. El estudio sobre el impacto emocional de la enfermedad crónica detectó que más del
50 por ciento de estos pacientes se sienten aislados de la sociedad debido a su patología y en torno al 70 por ciento experimentan síntomas depresivos, como cansancio, fatiga, tristeza, problemas de sueño y apatía.
Así, el
proyecto CROBI está dirigido a aquellas personas con patologías crónicas que deseen conocer cómo afecta su enfermedad a su salud psicosocial. Esta escala también sirve de referencia estándar aplicable en estudios observacionales o de calidad de vida, por lo que además
va dirigida a profesionales sanitarios como herramienta adicional en la monitorización del paciente en la práctica clínica habitual; sin olvidar que también resulta útil para la administración, con el fin de que se den soluciones a las necesidades que destacan los resultados de CROBI y se incorporen tanto en el ámbito sanitario como social.
Impacto biopsicosocial de la enfermedad crónica
Tal y como matizaba la presidenta de la POP, Carina Escobar, “detectar a tiempo si la salud emocional del paciente se está deteriorando permite poner en marcha los mecanismos asistenciales necesarios para prestarle apoyo y favorecer de esta manera su calidad de vida, su estabilidad psicoemocional y un mejor manejo de su enfermedad crónica”, apuntó.
De esta forma, el proyecto CROBI se trata de la primera escala validada para
medir e impacto biopsicosocial de la enfermedad crónica. Es decir, en el ámbito psicológico, afectivo, emocional y sociolaboral. Para ello, a través de un cuestionario anónimo en el que se incluyen 24 ítems, el usuario podrá obtener los resultados relativos al impacto de su enfermedad en dos dimensiones: por un lado, psicológica/afectiva/emocional; y por otro lado, el sociolaboral.
El Índice de Bienestar Psico-social (IBPS) nos indica en una escala de 0 a 100, el grado de bienestar psicosocial, siendo 0 el mínimo bienestar y 100 el máximo bienestar (o la ausencia total de impacto psicosocial derivado de la enfermedad). Los porcentajes muestran el grado de impacto de la enfermedad crónica en el ámbito psicosocial. A mayor porcentaje, mayor impacto en esta área.