En el marco de la XVII edición del Congreso de la Sociedad Internacional de Trasplantes (TTS), que ha congregado a más de 3.000 profesionales sanitarios de todo el mundo relacionados con el ámbito de la donación y el trasplante de órganos, Biohope acaba de presentar los resultados del primer estudio clínico que confirma la utilidad del Inmunobiograma en pacientes que han sido sometidos a un trasplante renal.
Se trata de un test in vitro que se realiza en una muestra de sangre y que permite conocer de antemano el perfil de respuesta inmunológica del paciente a los fármacos inmunosupresores. Así, con un funcionamiento similar al del antibiograma, que mide la sensibilidad de una cepa bacteriana a diferentes antibióticos permitiendo seleccionar el más adecuado para tratar la infección del paciente.
Tal y como expone Isabel Portero, CEO de Biohope, la start-up española que ha diseñado esta innovadora herramienta, “gracias al Inmunobiograma podemos medir la sensibilidad y resistencia de cada paciente a los tratamientos inmunosupresores más comunes, detectando aquellos a los que muestra una peor respuesta”. De esta forma, con la información extraída es posible detectar los patrones de resistencia que tienen los pacientes renales a los inmunosupresores.
La experta añade que “cuando se finalicen los estudios clínicos de validación de la técnica, los médicos podrán utilizarlo para barajar alternativas de ajuste del tratamiento según los resultados obtenidos, seleccionando los fármacos y las dosis más adecuadas, facilitándose así la toma de decisiones informadas en la práctica clínica para minimizar el riesgo de rechazo en los trasplantes renales”.
Respecto al estudio que avala su eficacia, este se ha desarrollado con un total de 70 pacientes que han sido sometidos a un trasplante renal en el Hospital Universitario La Paz y en el Hospital Universitario Puerta de Hierro.
La importancia del el tratamiento inmunosupresor
Cabe recordar que el tratamiento inmunosupresor es imprescindible para prevenir el riesgo de rechazo al riñón trasplantado. Desde que salen del quirófano y durante el resto de su vida, los pacientes deberán tomar una combinación de fármacos para evitar que su sistema inmunitario ataque al riñón recibido. Sin embargo, la respuesta a los medicamentos inmunosupresores varía en cada paciente y a lo largo del tiempo, por lo que el reto estaría en conseguir identificar el tratamiento más adecuado para cada paciente en cada momento.
Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes, durante el año 2017 se realizaron 3.269 trasplantes renales en nuestro país y entre el 30 por ciento y el 50 por ciento de ellos fracasará, constituyendo un problema sanitario de primera magnitud que conlleva, entre otras consecuencias, un incremento del gasto para el Sistema Sanitario, un aumento del tiempo de hospitalización e incluso la muerte del paciente trasplantado.
En contrapartida, el Inmunobiograma solo precisa de una muestra de sangre convencional para hacer la prueba, lo que supone un ahorro de costes para el sistema, y un menor impacto en el paciente. Como aporta Portero, nombrada una de las 100 mentes más creativas por la revista Forbes, “los datos se analizan y su resultado se integra en un software que proporciona el grado de sensibilidad de las células inmunes del paciente a los tratamientos más recomendados en las guías clínicas”. Asimismo concluye que “aunque el Inmunobiograma usa tratamientos bien conocidos, puede adaptarse para probar nuevos compuestos frente a los ya comercializados”.
Una start-up española diseña un test in vitro capaz de predecir la respuesta inmunológica a fármacos inmunosupresores
Un primer estudio clínico ha confirmado la utilidad de este test, denominado Inmunobiograma en la personalización del tratamiento inmunosupresor en pacientes con trasplante de riñón
El Médico Interactivo
10 de julio 2018. 1:50 pm