Redacción, Madrid.- La Urología sigue siendo la especialidad médica con menor presencia de mujeres, junto con la Cirugía Vascular, la Traumatología y la Neurocirugía. El resto de especialidades han visto cómo se iba feminizando la profesión acorde con el dato de que ocho de cada 10 estudiantes de medicina son mujeres. Tal como ha afirmado el profesor Jesús Castiñeiras, representante de la Comisión Nacional de la Especialidad de Urología y miembro de la Asociación Española de Urología (AEU), "la vergüenza de los pacientes y el pudor de la propia mujer ante una especialidad dedicada a la salud de los varones constituyen las principales barreras que explican la escasa presencia femenina en esta especialidad".

No obstante, en los últimos años, empieza a ser patente un cambio de mentalidad y por eso cada vez hay más mujeres urólogas. Concretamente, durante el año 2004 de las 49 plazas concedidas por el Ministerio de Sanidad y Consumo para Urología, 19 han sido ocupadas por mujeres.

Con respecto a la mayor presencia femenina en la práctica médica, llama la atención, tal como lo muestra un estudio realizado por la Fundación CESM, la creciente presencia de las mujeres en una profesión en la que en 1965 tan sólo representaban el 8,4 por ciento y en el 2001 ya eran el 48 por ciento. En la actualidad, la mayoría de las mujeres se dedican a especialidades como Bioquímica Clínica (65,5 por ciento de mujeres), Rehabilitación (65,1 por ciento), Análisis Clínicos (63,3 por ciento), Geriatría (60,8 por ciento) o Medicina de Familia (60,45). Por el contrario, su presencia menos significativa se da en las de Urología (7,2 por ciento), Cirugía Cardiovascular (8 por ciento), Cirugía Torácica (9,5 por ciento), Traumatología y Cirugía Ortopédica (10,2 por ciento), Neurocirugía (12,7 por ciento) y Cirugía Maxilofacial (17,2 por ciento).

Estudio sobre los urólogos

Teniendo en cuenta que no se disponía de datos sobre el número de urólogos en España y el perfil de estos profesionales, la AEU ha elaborado un estudio cuyo objetivo ha sido conocer las características y la distribución geográfica de sus profesionales.

Tal como se ha indicado desde esta Sociedad Científica, a nivel general, apenas existen datos sobre el reparto de médicos por especialidades, lo que dificulta la planificación de recursos humanos, especialmente necesaria ante la situación actual: creciente feminización de la Medicina, reducción de la edad de la jubilación (obligatoria a los 65 años), envejecimiento poblacional y aumento de la inmigración. Como señala el presidente de la AEU, el doctor Óscar Leiva, se trata del primer estudio de estas características realizado con este rigor. "Hasta ahora, era imposible saber cuántos urólogos había en España ni su edad, ni cuántos trabajaban por cada comunidad autónoma. Esta investigación constituye una base fidedigna de nuestros profesionales".

Según este estudio, existen 2.033 urólogos en activo, lo que supone uno por cada 20.707 habitantes. Esta tasa sitúa a España por encima de Estados Unidos y la mayoría de los países europeos y supera la recomendación de la Asociación Europea de Urología de uno por cada 45.000 habitantes. "El horizonte para el urólogo", comenta el doctor Leiva, "es muy esperanzador y actualmente la especialidad goza de muy buena salud, ya que no hay urólogos en paro".

La edad media del urólogo español es de 46 años. Menos de un 20 por ciento tiene más de 55 años y la mayoría de ellos (83 por ciento) trabaja en el sector público y uno de cada tres lo hace también en el ámbito privado. Se trata de una especialidad predominantemente masculina (92 por ciento) y presenta diferencias geográficas significativas. Navarra, Aragón y Madrid son las comunidades con mayor número de urólogos. En el polo opuesto, figuran Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria.

Según ha indicado el profesor Castiñeiras, estos datos constituyen un análisis de los recursos humanos disponibles en Urología. "De este modo contamos con una herramienta sólida para que el Ministerio de Sanidad entienda mejor las necesidades de formación que existen en nuestro país".

"En este contexto "prosigue este experto- si el Ministerio acepta el número de urólogos que ha propuesto la Comisión Nacional de la Especialidad no faltarán ni sobrarán urólogos. Por el contrario, si se lleva a cabo la iniciativa del ministerio, de aumentar el número de plazas para formar residentes, entonces sobrarán profesionales y habrá urólogos en paro. La inadecuación de la oferta a la demanda puede crear desajustes, tanto en el ámbito nacional como regional. Estos desajustes pueden provocar tiempos de espera inaceptables, variabilidad en la carga de trabajo y en la calidad asistencial, desigualdad en el acceso o ineficiencia en la prestación de la atención urológica".