Antonio Morente. Sevilla.- La Atención Primaria debe convertirse en el
primer y más efectivo escalón para combatir muchas de las patologías
que sufren las personas mayores, y es que la población española
envejece y acumula trastornos crónicos pese a lo cual se trabaja 'con
escaso enfoque preventivo o rehabilitador'. Para acabar con esta
situación habría que integrar la valoración funcional de las personas
mayores en la práctica clínica de los equipos de Atención Primaria, con el
objetivo final de establecer planes de cuidados prolongados.
Estas conclusiones se recogen en el estudio 'La salud y el bienestar de
las personas mayores' elaborado por la doctora María Victoria
Zunzunegui Pastor, profesora agregada del Departamento de Medicina
Social y Preventiva de la Universidad de Montreal, en Canadá. A su juicio,
'una valoración funcional en la Atención Primaria permitiría detectar
muchos problemas antes de sus manifestaciones clínicas y permitiría
prevenir o retrasar las discapacidades'.
Para abordar la cuestión, hay que tener en cuenta además que el
proceso de la discapacidad en el envejecimiento es 'dinámico, no lineal
y multicausal', de manera que está fuertemente influenciado por los
antecedentes socioeconómicos y de salud de la persona. 'El
envejecimiento con éxito depende tanto del contexto como de la propia
persona', apostilla.
Por ello, la valoración funcional sería especialmente deseable en las
regiones rurales y las zonas con menor nivel socioeconómico, que son
las que presentan peores niveles de salud. 'Las personas mayores con
bajo nivel de instrucción, de extracción rural y ocupaciones no
cualificadas, y aquellos con bajos ingresos tienen de dos a tres veces
peor salud en los indicadores de salud utilizados', apunta Zunzunegui
Pastor, quien también recuerda que otros factores influyentes son los
recursos económicos, la red y el apoyo social, y los hábitos de vida
anteriores y actuales.
El último elemento de vital importancia es la atención médica en sí que
recibe el anciano, 'en especial el buen manejo de los trastornos crónicos
y la dependencia'. Por ello, el objetivo debe ser implantar una orientación
preventiva hacia el mantenimiento de la función y la recuperación de la
función.
A su juicio, desde la Atención Primaria se pueden atender algunas de las
patologías con prevalencias altas, como ocurre con la ceguera funcional,
los problemas buco-dentales, la invalidez de las extremidades y la
depresión. 'Todos estos problemas influyen poderosamente en el
proceso de discapacidad y son relativamente tratables y prevenibles
desde la Atención Primaria'.