Viçens Thomàs tacha de alarmista al presidente del Colegio de Baleares e insiste en que faltan pediatras y las necesidades han de ser cubiertas con médicos de familia

P.Romera, Palma de Mallorca.-El actual director general de Evaluación y Acreditación de la Consejería de Salud de Baleares, y hasta hace pocos meses presidente de la semFYC, Vicenç Thomàs, ha criticado con dureza al presidente del Colegio de Médicos de Baleares (Comib), Enrique Sala, quien recientemente afirmó que 'la administración autonómica está propiciando el intrusismo por no admitir que no hay pediatras para cubrir todos los puestos que se quieren crear' y porque algunos médicos de familia realizan funciones de pediatra en algunos centros de salud por la falta de especialistas, sin que esta situación se comunique a los padres.

Thomàs ha pedido a través de una carta pública, tanto al doctor Sala como al vicepresidente de la Sociedad Balear de Pediatría, Ramón Fos, que 'no hagan de las reclamaciones laborales ni de las reivindicaciones de grupos profesionales un elemento de alarma social o de crítica a la política sanitaria del Gobierno (balear), ni hagan declaraciones tan poco afortunadas', que son 'gravemente ofensivas para otros médicos, en este caso los médicos de familia', añade.

Para el ex presidente de semFYC, las palabras del doctor Sala en torno a este asunto son 'injustas e impropias de quien es presidente de todos los médicos de Baleares, en el que el colectivo más numeroso es precisamente el de los médicos de familia', añade. Thomàs afirma además que el presidente del Comib 'sabe que el médico de familia tiene capacidad para atender a los niños y que la única cosa que se le exige es la responsabilidad ética de reconocer sus limitaciones profesionales, en caso de que las tenga, para que otro médico asuma la atención de un determinado niño, en caso de que fuera necesario'.

Actuar conforme a la ética profesional 'no es intrusismo ni nunca lo ha sido', asegura Vicenç Thomàs, quien considera que las afirmaciones de Sala se 'prestan a la confusión y requieren, como mínimo, la rectificación y la disculpa pública que se merecen los médicos de familia de las Islas Baleares'.