Entre las innumerables enfermedades
presentes en el
mundo, hay una que destaca
en especial por las múltiples
complicaciones que conlleva:
la diabetes, una enfermedad
que sin vigilancia puede ser
mortal. El Programa Nacional
de Educación sobre la Diabetes
de Estados Unidos es muy
explícito a este respecto: "La
diabetes siempre es una enfermedad
grave. Los términos
que sugieren que la diabetes
no es grave, o que alguien tiene
"un poquito de diabetes",
"una diabetes leve", o "el azúcar
está un poquito alto" no
son correctos y no deberían
usarse más".
Pero de un tiempo a esta
parte, la diabetes no viaja sola,
pues suele hacerlo acompañada
de otro trastorno que
avanza con igual rapidez: la
obesidad. "Juntas conforman
dos epidemias gemelas estrechamente
relacionadas entre
sí", afirman los especialistas
estadounidenses autores del
estudio "El peso en el mundo",
presentado en Bilbao
durante el 50 Congreso Nacional
de la Sociedad Española
de Endocrinología y Nutrición
(SEEN). Tan estrecha es
la relación entre ambas enfermedades,
que en la actualidad
se ha acuñado un nuevo
término para denominarlas:
diabesidad.
Crecimiento
alarmante
En el estudio mencionado se
aportan datos que demuestran
cómo la prevalencia de
ambas enfermedades está creciendo
"a un ritmo alarmante"
en todo el mundo, pulverizando
todas las previsiones de la
Organización Mundial de la
Salud (OMS) realizadas en
1995, que se han visto duplicadas
en 2008.
Si reparamos en las consecuencias
que describen los expertos,
hay razones más que
fundadas para alarmarse. Una
diabetes descuidada, mal controlada
o no tratada puede
acarrear desde un ataque al
corazón o un derrame cerebral,
pasando por pérdida visual
que puede llevar a la ceguera,
hasta graves problemas
en pies, disfunción eréctil, fallos
renales, pérdida de dientes,
etc.
Hay, pues, que estar atentos
a síntomas como: sed,
hambre y fatiga excesivos, necesidad
de orinar con frecuencia,
pérdida de peso sin razón
aparente, hormigueo o falta
de sensación en las manos o
los pies, piel muy reseca, heridas
que tardan mucho en curar
o que se infectan con demasiada
facilidad, entre otros
síntomas.
Control y autocontrol
Por fortuna, los avances en el
conocimiento de la enfermedad
permiten hoy que este
panorama no sea tan sombrío.
Aunque la diabetes no tiene
cura, está demostrado que responde
bien al tratamiento, ya
sea éste sólo dietético y/o farmacológico,
con lo cual es posible
llevar una vida normal.
Eso sí, no hay que tomarse a la
ligera las recomendaciones de
los médicos, sino cumplirlas a
rajatabla.
Las reglas más elementales
del tratamiento indican la
necesidad de tener un seguimiento
médico constante y
aprender a realizarse autocontroles
-el paciente debe
conocer bien la enfermedady
autoanálisis para llevar un
control exhaustivo de la evolución
de la glucemia. Esto es
muy importante, como también
lo es anotar las posibles
incidencias: variación de la
dieta, ejercicio, infecciones,
traumatismos, etc..
En este marco, la dieta es
el factor clave para el tratamiento
y en ocasiones incluso
es suficiente, pero ha de ser
personalizada; junto con el
ejercicio físico y el tratamiento
farmacológico tienen como
objetivo el control de los
niveles de glucosa en sangre.
La toma de la medicación oral
y la administración de insulina
implican respetar el horario
estipulado por el médico
y, en relación con esta última,
aprender a aplicársela adecuadamente.
Ejercicio
Un capítulo aparte para el
diabético es el ejercicio físico
regular, porque ayuda a controlar
el peso, mejora el control
de la glucemia, alivia el
estrés y disminuye el riesgo
de padecer enfermedades
cardiovasculares. Para ello es
igualmente necesario seguir
las indicaciones del médico
en cuanto al tipo de ejercicio,
intensidad, horarios y duración.
Caminar 30 minutos
diarios es una actividad física
excelente al alcance de todos.
Conviene llevar a mano
un terrón de azúcar para controlar
la hipoglucemia si se
presenta. No obstante, el diabético
no debe realizar deportes
de alto riesgo (submarinismo,
alpinismo, etc.) y
debe evitar el ejercicio si su
diabetes está descompensada
o presenta complicaciones
avanzadas.
Más información:
www.diabetes.org
www.fundaciondiabetes.org