Millones de personas han estado tomando vitamina C durante años por el motivo equivocado. La han tomado en forma de zumos de naranja y suplementos vitamínicos para combatir gripes y resfriados, cuando la vitamina C no ha demostrado ser eficaz contra las infecciones víricas. Para lo que realmente sirve la vitamina C es para prevenir el cáncer, explicó ayer David Golde, catedrático del hospital oncológico Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, que investiga la acción de esta vitamina sobre las células humanas, informa el diario LA VANGUARDIA en su edición del sábado, 13 de diciembre.
Golde, que pronunció una conferencia sobre prevención del cáncer en el hospital Vall d'Hebron, atribuye la acción protectora de la vitamina C a su gran actividad antioxidante. Puesto que la oxidación favorece la aparición de mutaciones genéticas en las células, 'la vitamina C ayuda a prevenir las mutaciones que están en el origen del cáncer', declaró Golde. Por el contrario, una vez iniciada la enfermedad, tomar vitamina C no mejora las perspectivas de curación. En cuanto al supuesto efecto de la vitamina contra gripes y resfriados, señaló que 'no hay nada demostrado'.
Las investigaciones que Golde realiza en el hospital Memorial Sloan-Kettering 'considerado el mejor hospital oncológico del mundo' han mostrado que, cuando se somete una célula a un estrés oxidante, suministrarle vitamina C reduce la aparición de mutaciones.
Pero Golde advierte que estos estudios se han limitado a experimentos en laboratorio. Faltan estudios en grandes grupos de población para cuantificar con precisión qué efectos tiene la vitamina C a escala del cuerpo humano. Por ello, aún hay incógnitas en torno al efecto anticancerígeno de la vitamina C: no se sabe cuál es la dosis ideal. no se sabe qué tipos de cáncer previene con más eficacia. no se sabe si, además de tener una acción antioxidante, la vitamina C ayuda al sistema inmunitario a eliminar células precancerosas... Lo que sí se sabe es que 'las personas con una dieta rica en frutas y vegetales tienen menos riesgo de cáncer', declaró Golde. Este menor riesgo puede deberse tanto a los efectos de la vitamina C como a los de tener un peso adecuado. Varios estudios han demostrado, en este sentido, que la obesidad y una dieta con exceso de grasas aumentan el riesgo de algunos cánceres como los de mama, próstata o colon.
A falta de conocer la dosis ideal de vitamina C, Golde toma 1.000 miligramos diarios en forma de suplementos 'lo que equivale a la cantidad de unos dos kilos de naranjas', además de la vitamina C que ingiere con las frutas y vegetales de la dieta. Sin embargo, afirma que es preferible tener una dieta equilibrada y no tomar suplementos vitamínicos que tomar los suplementos y no tener la dieta correcta.
'Está muy bien demostrado que la oxidación puede causar mutaciones cancerosas y que la vitamina C es antioxidante. Lo que no está tan claro es cómo aplicar en la práctica estos descubrimientos que se han hecho en laboratorio', explicó ayer Josep Baselga, coordinador de oncología del hospital Vall d'Hebron. No se pueden hacer recomendaciones precisas con estos datos, pero sí 'recomendaciones generales como tener una dieta rica en vitamina C 'señala Baselga'. Para las personas que tienen una dieta mediterránea equilibrada, que ya es rica en vitamina C, no se trata de modificar la dieta sino de no perderla'.