Redacción, Madrid.- Entre el tres y el diez por ciento de las personas con hipertensión sufre una crisis hipertensiva a lo largo de su vida. Esta es la cifra de prevalencia que barajan los expertos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA). Las causas conocidas más comunes de esta incidencia son el abandono de la medicación y el consumo de fármacos que aumentan la presión arterial (PA).
"Aunque el porcentaje no parece muy significativo, hay que tener en cuenta que la incidencia de la hipertensión en la población es muy alta. podemos estar hablando de que 400.000 españoles sufrirán una crisis hipertensiva", explica el doctor Javier Sobrino, de la Unidad de Hipertensión del Hospital Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). La hipertensión arterial está considerada la enfermedad crónica más frecuente en el mundo. En España, entre un 30 y un 40 por ciento de las personas adultas presentan cifras de presión arterial por encima del límite normal.
Los especialistas explican que la crisis hipertensiva es la elevación aguda de la presión arterial, generalmente con cifras de presión sistólica igual o mayor de 210 mmHg y diastólica igual o mayor de 120 mmHg, capaz de producir alteraciones estructurales o funcionales en los órganos vitales de la hipertensión (corazón, riñones y cerebro). Sin embargo, "no toda elevación brusca de la PA condiciona una crisis, ya que en personas que no tienen afectación en los órganos diana de la hipertensión no suele producir problemas graves" matiza este experto.
Las cifras de presión arterial que se pueden considerar crisis hipertensiva varían con cada persona y comenta que "algunos pacientes tienen cifras anormalmente elevadas durante mucho tiempo y no significa que tienen una crisis, sino una hipertensión grave".
Emergencias y urgencias hipertensivas
En función de la sintomatología de la crisis y la afección en estos órganos, los expertos distinguen entre emergencia y urgencia hipertensiva. La emergencia va acompañada de afección concomitante de órganos vitales (tales como edema agudo de pulmón, aneurisma disecante de aorta y hemorragia cerebral) y exige un tratamiento inmediato para evitar la posibilidad de muerte o de consecuencias irreversibles de dicha afección de órganos.
El doctor Sobrino admite que "si no se actúa de forma muy rápida, en el plazo de pocas horas, la vida del paciente corre serio peligro". "La actuación del médico en las primeras horas es primordial", asegura.
En los casos de urgencia hipertensiva existe una elevación de presión arterial, pero es asintomática, o se acompaña de síntomas poco específicos de afección de órganos vitales (cefalea, inestabilidad). La urgencia hipertensiva, al no ser tan agresiva, puede ser atendida en el propio centro de Atención Primaria, mientras que la emergencia se debe tratar en los servicios de urgencias hospitalarios.
Abandono de la medicación
Aunque en la mayoría de los casos no se conocen las causas desencadenantes de las crisis hipertensivas, los profesionales sí han identificado que el abandono de la medicación es la causa conocida más frecuente, seguida de la toma de medicaciones que aumentan las cifras de presión arterial. "El paciente debe informar a su facultativo de que es hipertenso y consultarle antes de tomar cualquier fármaco por iniciativa propia para evitar que se eleve la presión arterial. También debe evitar abandonar por propia iniciativa el tratamiento antihipertensivo" especifica este experto.
Según los últimos estudios en España, el 60 por ciento de los hipertensos tratados no tiene controlada su enfermedad. Después de una crisis hipertensiva, el doctor Sobrino señala que es importante que el paciente tenga un seguimiento continuo y en corto espacio de tiempo, "a los pocos días", especifica, en una unidad de hipertensión.